Lo que hay adentro de una tormenta de arena.
El viento fuerte te empuja
y la arena golpeando tu cara no ayuda.
Sientes la presión del aire,
tu misión solo es caminar hacia delante.
No tienes porqué, pero tropiezas.
No tienes excusa, pero no es tu culpa.
Si tan solo fueran unos granos de arena,
pero es un mar el que te rodea.
Te empuja la presión, pero las manos invisibles del viento,
justo a tiempo, te guían hacia la dirección correcta.
La salida está afuera, ya que esta tormenta no crece fuera.
Aún sabiéndolo, ¿por qué seguimos en ella?
No se trata de volverse fuerte,
uno no busca probar la mente.
Busco algo, porque nadie ha entrado para encontrarlo.
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Me dijeron que descansara...
Estoy cansado, pero es de noche
y no tengo sueño.
jueves, 25 de marzo de 2010
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