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Estaba hace rato leyendo Muy Interesante (Agosto 08), y llegué a este artículo... este fue El Pensamiento que Desbordó el Vaso, porque fue el que me entregó las ganas suficientes (y acumuladas) de escribir y empezar el blog. (Jeh espero que no me culpen por fallo a los derechos de autor, pero solo es una crítica/review o algo parecido acerca del artículo)
"Leer La Mente" por José Gordon
"Bashevis Singer decía que todo encuentro amoroso tiene un componente telepático. Las parejas lo saben bien. Están acostumbradas a leer la mente del otro. El más mínimo gesto, una sombra furtiva en los ojos, una duda en una caricia, se vuelve un indicio de que algo anda mal. ¿Paranoia, telepatía? Todo de pende de la capacidad de observación, desde dónde se está mirando a la otra persona"
Seh, y encierra lo peligroso de lo que es "leer las mentes", el ignorar si se trata de una realidad, o una paranoia personal, todo depende desde dónde se está mirando a la otra persona. Y si fuéramos conscientes sobre de donde vemos a las personas, ¿se tratará de una realidad? ¿o de una posible realidad?.
"Bashevis Singer [...] era un gran lector de rostros y lo que ocultan esos rostros. En el libro autobiográfico "De amor y exilio", señala lo siguiente:
-Una vez oí a mi padre citar a Maimónides: Así como los semblantes de los seres humanos son diferentes, también lo son sus pensamientos y sus opiniones. La nariz, las orejas y los labios me descubrían secretos. En alguna parte había leído que el alma asoma por los ojos, y me desconcertaba comprobar cuánta verdad encerraban estas palabras. Había ojos bobos, ojos inteligentes, otros astutos, ojos llenos de bondad y ojos llenos de maldad, ojos que expresaban alegría y ojos cargados de tristeza. Todos ellos transmitían las historias que yo era incapaz de expresar con palabras. Había oído decir a mi hermano que las huellas dactilares de cada ser humano son diferentes. También aprendí que cada persona posee una escritura propia."
Pero leer a alguien suele ser una práctica un tanto común, pero aterra pensar la capacidad de los malentendidos para destruir cosas, siendo una práctica común, será igualmente de común equivocarse, debido a que "¿Cómo podemos asegurar que sabemos lo que piensan los demás?", como es que nos atrevemos a hacerlo, o bueno todo dependerá del uso que le demos al pensamiento ¿no?. Se nota que es natural en la gente desconfiar incluso en sus pensamientos acerca de los demás, ya que si no entonces no pensáramos en la paranoia como si fuera enfermedad, y bueno uno al platicar eventualmente lo nota. ¿El problema será acaso, cuando nuestros impulsos nos llevan a un estado donde solo confiamos en nosotros? Donde el "derecho de la duda" deja de existir para los demás, y dejamos que nuestros pensamientos nos tomen. ¿El peligro residirá en las emociones explosivas como la furia, histeria, etc.?
"Steven Johnson plantea que los seres humanos son narradores innatos de la mente. Afirma que nuestra capacidad de imaginar los estados mentales de otras personas es igual de importante que el desarrollo del lenguaje o el uso de las manos con el dedo pulgar. Es algo tan natural que ni siquiera lo concebimos como una habilidad especial que nos distingue de otras especies."
Entonces después de todo es algo en nuestra naturaleza, tan común en nosotros que pasa muchas veces desapercibido. Y que sin embargo llama la atención cuando tenemos razón, y cuando no, pasa como "otra locura nuestra". Solo que es curioso como las personas solemos tener esa pizca de egocentricidad que nos invita a pensar en lo preciso de nuestras predicciones, cuando hemos acertado con ellas, y olvidar o pasar por alto, los fallos de estas.
"A mediados de los ochenta, psicólogos británicaos intentaron investigar como se da este proceso. Simon Baron-Cohen [...] junto con Alan Leslie y Uta Frith llevaron a cabo un interesante experimento para poner a prueba las habilidades de leer la mente que tienen los niños pequeños. Para ello escondieron unos lápices de color dentro de una caja de dulces. [...]
Los investigadores pidieron a varios grupos de niños de 4 años que abrieran la caja. por supuesto, se llevaron la sorpresa desagradable de que no había ningún dulce, sólo lápices de color.
Lo interesante vino después. Los investigadores cerraron la caja y le pidieron a un adulto que entrara al cuarto en donde se efectuaba el experimento. Entonces les preguntaron a los niños:
-¿Qué es lo que el adulto espera encontrar dentro de la caja de dulces?
La distinción era clara. No les pedían que dijeran lo que el adulto iba a encontrar, sino cuál era la expectativa que tenía el adulto.
La respuesta de los niños de 4 años fue correcta. El adulto, que no tenía idea de lo que estaba pasando, esperaba encontrar dulces, de ninguna manera lápices de color. Dice Steven Johnson:
-Los niños fueron capaces de separar su propio conocimiento de la otra persona. Habían entendido la distinción entre el mundo externo tal como ellos lo percibían y el mundo tal y como es percibido por otros.
En otras palabras, habían imaginado lo que pasaba en el interior de otra persona. Se había puesto en juego el mecanismo de la empatía.
[...]
Los trabajos de Baron Cohen plantean que en el autismo se expresa también la dificultad de imaginar a otro. El niño autista, dice el psicólogo, no tiene desarrollada una 'teoría de la mente' para pensar lo que piensa el otro."
¿Pero cuántos de nosotros pensamos tener una 'teoría de la mente'?, simplemente existe dentro de nosotros, muchas veces nos encontramos utilizándola sin darle más significado, y creo que nuestra propia consciencia sobre ella, nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad innata para "leer las mentes", estar uno mismo conciente de sus propias 'teorías de la mente', de el modelo sobre el cual corre nuestra propia mente, la de nuestras personas cercanas, y la teoría general sobre la mente de las personas de nuestra sociedad.
Sin embargo, ¿cuánta exactitud nos proveerá todo esto, de que manera ayuda?, todavía aparte uno tendría que desprenderse por unos momentos sobre sus propios paradigmas (la faceta con la que juzgamos al mundo, a las acciones, nuestro punto de vista creado por nuestras buenas y malas experiencias) lo cual no resulta de nada fácil, debido a que es lo que conocemos, lo que vemos a veces como "verdadero" o justo; después de eso (de quitarnos nuestros "zapatos"), en base a un 'modelo de mente general, de las personas de nuestra sociedad' (o sea, tomar un 'zapato en blanco' clásico de las personas de nuestra comunidad) tenemos que montar los paradigmas y personalidad de la otra persona (pintar ese 'zapato en blanco' y moldearlo a la forma del zapato de esa persona).
Parece que no es tan sencillo comprender a los demás entonces. Suele ser más fácil, tomar nuestras experiencias, saborear nuestros sentimientos que tuvimos en ese momento, y pensar si así la persona lo siente. De todas formas, de esta manera, se requiere de una reflexión sobre nuestras acciones, nuestros sentimientos, una búsqueda del "por qué" de nosotros mismos. Y bueno, ¿no dicen precisamente, "conócete primero a ti mismo"? Incluso a veces, pensamos que entendemos a la persona, cuando le ha pasado algo parecido a lo que hemos pasado nosotros.
La empatía según el experimento parece innata en el ser humano, sin embargo, en ciertas situaciones, el utilizarla parece una tarea abrumadora, donde tendremos que sacrificar nuestras experiencias y sentimientos y adentrarnos a un mundo propio de otra persona en el que necesitamos tanta información, como la que tenemos de nosotros mismos.
"El escritor Amos Oz, al recibir el premio Príncipe de Asturias , se refirió al papel que puede desempeñar la literatura para asomarnos a otros mundos. Cuando estamos de visita en otro país y vemos de pronto a una mujer que se asoma por una ventana, ¿qué nos imaginamos que hay detrás de esa mirada? ¿Qué pasa cuando nos adentramos en una novela china? ¿Qué aprendemos de otras mentalidades? Amos Oz escribe:
-"Creo que la curiosidad tiene, de hecho, una dimensión moral. Creo que la capacidad de imaginar al prójimo no sólo te convierte en un hombre de negocios más exitoso y en un mejor amante, sino también en una persona más humana"
Parte de las tragedias y conflictos sociales que vivimos, dice Oz, son resultado de la incapacidad de imaginarnos unos a otros. De imaginar realmente los amores, los miedos terribles, la ira, los instintos, las pesadillas y los sueños que se amasan en una conciencia colectiva.
Este aprendizaje se puede dar en términos de mejorar las destrezas de reconocimiento de las emociones. [...] Eso es lo que hacen las novelas cuando nos permiten cruzar las fronteras de otras culturas para meternos dentro de la piel de un brasileño, de un argentino, de un mexicano, y saber que estamos saliendo del laberinto de la soledad."
Ah que bonito final ^_^. Entonces se tratará, de nuestro propio crecimiento también, de la salida de nuestra conciencia, de la soledad que implica un solo mundo, el mundo a través del que hemos estado viendo la vida desde que nacimos, y explorar todo este vasto universo de ideas, de 'mundos dentro de este mundo', esos mundos que habitan dentro de las personas, y lo que hace realidad lo que algunos llaman "leer la mente", ese viaje personal donde nos convertimos en alguién más, y sabemos que no estamos solos, o para los solitarios, "que los demás están tan solos como nosotros".
Bueno, los dejo con un fragmento de una canción que recordé con esta entrada.
新しい世界 [Atarashii Sekai "Un Mundo Nuevo"] de Asian Kung-Fu Generation.
Desde la monotonía del día a día
Escondiéndose en una esquina de tu cuarto
Vamos, comencemos
Con un increíble Mundo Nuevo
Una posición crítica y contraria
Estoy harto de un mundo a gusto con sus explicaciones
No me importa donde esté en el orden de las cosas
Solo quiero volver a pintar el escenario frente a mi
Sumergido en la melancolía, toca el RE
Esa aerodinámica guitarra atácala con pasión
Pisa a fondo el pedal
Cambia el mundo con la ruta de la amplificación e imaginación
No tienes nada
Te refugias en esa esquina de tus pensamientos
Vamos, brinquemos
A un increíble Mundo Nuevo
Un Mundo Nuevo
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